¿Sabías que los relatos bíblicos han sido fuente de inspiración de los grandes genios? Muchas de las disciplinas que ahora se estudian no tienen sentido sin entender el origen que las causó.
¿Qué sería de Miguel Ángel? sin su Capilla Sixtina ¿y de Antonio Gaudí? sin su Sagrada Familia, ¿y de Velázquez? sin su Cristo Crucificado.... así podríamos poner multitud de ejemplos.
Porque para entender el mundo que nos rodea, nuestra cultura y nuestras raíces es necesario una mínima cultura religiosa.
Porque cuántos más contenidos ofrezcamos a nuestros hijos, más completa será su formación.